Idealizar es un verbo que alude a la acción que consiste en engrandecer algo o a alguien más allá de sus características reales.
Idealizar como camino de una ansiada perfección:
Sin duda, el idealizar se trata de un proceso vinculado al uso de la fantasía para encumbrar o enaltecer a una persona o algo en cuestión.
Hay que tomar en cuenta que al idealizar a un individuo usualmente se incurre en exagerar sus virtudes, además de minimizar o descartar sus cualidades negativas. Esto quiere decir que, quién idealiza a otro sujeto le confiere un alto grado de perfección.
Dicho lo anterior tenemos que, idealizar a alguien consiste en considerarlo un modelo de perfección, exagerando las virtudes de esa persona y pasando por alto sus cualidades menos positivas.
Idealización y romance
Es cierto que en determinadas circunstancias, como puede ser el inicio de una relación romántica, la idealización es parte del proceso como tal. Por ejemplo, desde dicho punto, nos conduce a relacionarnos no con la persona en sí, sino con una fantasía propia.
Debemos tener presente que, el acto de idealizar también supone ubicarse en una posición de inferioridad. Esto por cuanto a que, al considerar que el otro es “perfecto”, resulta imposible ponerse a su nivel. Por eso este proceso psicológico es frecuente en quienes tienen una autoestima baja.
La idealización tiene fecha de caducidad
Es habitual idealizar a la pareja, sobre todo cuando se inicia la relación romántica. Una persona enamorada es posible que encuentre atractivo e interesante cada rasgo del otro. Pero, si esa perfección que se le atribuye al otro/a se mantiene en el tiempo, se puede generar una dependencia emocional y finalmente sufrir una decepción ya que es imposible que alguien esté a la altura de lo ideal.
Marcelo Sitnisky